En nuestra primera clase del curso (26/09/2011), hablamos de muchas cosas y una de ellas es la que voy tratar más profundamente, en mi primera entrada del blog.
¿Es buena toda la información que recibimos o buscamos?
Normalmente cuando tenemos que buscar información acudimos directamente a internet, a google. Pero no toda la información que está en la web es fiable y sin pensarlo dos veces solemos creernos lo que encontramos una vez realizada nuestra búsqueda sin darle mera importancia a quien la ha depositado allí, o si ese contenido se encuentra en una página especializada en el tema o no.
Son cada vez menos los que cuando tienen que hacer una búsqueda de información no acuden primero a la web y si a los libros, pero las fuentes más fiables de información han sido siempre estos mismos, donde se accede cada vez con menos frecuencia. Actualmente hay una gran cantidad de libros en la web, en estos momentos se están incluyendo muchos, es más, google esta añadiendo todos los libros de la biblioteca de la Universidad Compútense de Madrid. Y si escribimos el titulo de un libro en el buscador, normalmente nos aparece una versión descargable o un enlace donde comprarlo de forma on-line, con lo cual, a medida que avanzamos la web se va actualizando con libros y paralelamente va adquiriendo mayor calidad la información que encontramos en ella.
Un estudio realizado por la revista Nature, entre la enciclopedia británica y wikipedia, sorprende por el similar número de errores. La enciclopedia libre, Wikipedia, es casi tan rigurosa como la costosa enciclopedia Británica en los temas científicos, según la revista Nature. Y el número de errores fue casi el mismo en ambas enciclopedias, la diferencia fue que un día después de que se publicara el artículo de la prestigiosa revista, la enciclopedia libre wikipedia ya había corregido todos los errores y la enciclopedia británica no lo hizo hasta un año más tarde cuando volvió a sacar una nueva edición.
Por ello desde mi punto de vista, la cuestión es saber buscar lo que queremos encontrar sin fiarnos de lo primero que veamos, ya que, la información que se encuentra en la web puede llegar a ser de la misma o más calidad que la que siempre nos han recomendado, y que están en los libros.
